SAN SEBASTIAN




San Sebastián (en euskera Donostia, y oficialmente Donostia-San Sebastián) es una ciudad situada en el norte de España, en la costa del golfo de Vizcaya y a 20 kilómetros de la frontera con Francia. Es la capital de la provincia de Guipúzcoa, en la comunidad autónoma del País Vasco. Su población es de 185.357 habitantes (2009), y su área metropolitana alcanza los 405.099.

Sus principales actividades económicas son el comercio y el turismo, constituyendo uno de los más famosos destinos turísticos de España. Su paisaje, dominado por la Bahía de La Concha, así como su desarrollo arquitectónico moderno iniciado en la segunda mitad del siglo XIX, que configuró una ciudad de corte francés y aburguesado, propiciaron el desarrollo de la actividad turística a escala europea. Todo ello, unido a eventos internacionales como el Festival Internacional de Cine de San Sebastián, ha dado proyección exterior a la ciudad, a pesar de sus pequeñas dimensiones. Actualmente San Sebastián es candidata a capital europea de la cultura de 2016.

San Sebastián tiene diversas denominaciones:

San Sebastián es el nombre de la ciudad en idioma castellano. Su origen se debe a un monasterio consagrado a San Sebastián que se encontraba en la actual ubicación del Palacio de Miramar, junto al barrio de El Antiguo. Como ya se ha dicho, la villa medieval fue fundada por el rey navarro Sancho el Sabio hacia 1180 en las cercanías del monasterio y este estableció en la carta-puebla que la villa se llamara por ello San Sebastián. Como el documento estaba redactado en latín el nombre que aparece mencionado es el de Sanctus Sebastianus, que evolucionaría en romance hasta dar el nombre de San Sebastián. San Sebastián ha sido el nombre oficial de la ciudad hasta 1980. Aunque probablemente no haya sido la denominación más usada por sus habitantes en el habla coloquial a lo largo de la historia, es el nombre más conocido internacionalmente y del que derivan las denominaciones de la ciudad en otros idiomas. Así, la denominación habitual en francés es Saint-Sébastien y en inglés San Sebastian, pronunciado acentuando la sílaba -bas. El nombre en castellano se suele abreviar con Sn. Sn., S. S. (formas correctas), Sn.Sn., S.S., SnSn o SS (SS eran las siglas que se ponían a las matrículas de los automóviles registrados en su provincia hasta que se cambió el sistema en 2000).

Sanse es una forma coloquial y cariñosa de denominar a la ciudad que deriva de San Sebastián.

Donostia es, según la teoría más aceptada, una forma derivada de la denominación eusquérica antigua del santo patrón, *Done Sebastiane, y a la forma actual se llegó mediante los siguientes pasos, tal como los explica Koldo Mitxelena, insigne lingüista, hace ya más de medio siglo en su libro Apellidos vascos de 1953: «... el nombre vasco de San Sebastián, cuya evolución aproximada habrá sido "Donasa (b) astiai, Donasastia, Donastia, Donostia"» (2ª edición, 1955, p. 96). No hay que olvidar que en euskera se usa Donosti en dos referencias más a ese santo: la ermita de San Sebastian (en euskera Jaun Donosti) en Orendain, y otra medio derruida del mismo nombre en Arano. Otra teoría deriva el nombre del latín: Domine (San) Ostium (Ostia, puerto; o lo que es lo mismo, «señor del puerto», en alusión a Sebastián Mártir). Donostia no ha sido una denominación oficial hasta hace pocas décadas, aunque de ella derive el gentilicio de los habitantes de la ciudad (donostiarras) tanto en castellano como en euskera. Esta denominación es poco empleada al hablar en español, prefiriéndose la variante Donosti.

Donosti es una variante de Donostia. Como la -a final del euskera es un artículo, esta vocal se pierde al referirse a sustantivos indeterminados, como en nombres de pueblos y ciudades. Aún y todo, existe un grupo de sustantivos (comunes y propios) en los que la -a final se considera orgánica, como en el caso de Donostia. Por eso, en principio es incorrecto eliminarla. Sin embargo, Donosti es una denominación muy habitual, y especialmente al hablar en castellano.

Donostia-San Sebastián es la denominación oficial de la ciudad desde 1980. Está presente en los documentos e indicaciones oficiales. Al no ser empleada en el habla coloquial y debido a su larga extensión, existe una tendencia creciente a emplear oficialmente Donostia en los documentos en euskera y San Sebastián en los documentos en castellano, en lugar de la forma oficial.

La Bella Easo o Easo es una denominación surgida por la creencia en los siglos pasados de que la antigua ciudad romana de Oiasso o Easo se encontraba en la ubicación de la moderna San Sebastián. El gentilicio easonense utilizado como variante culta de donostiarra y actualmente en desuso derivaba de esta creencia. Recientes hallazgos arqueológicos confirman que la antigua Oiasso se encontraba en Irún y no en San Sebastián. Como herencia del nombre Easo, el código IATA del Aeropuerto de San Sebastián es EAS.

Irutxulo o Hirutxulo significa «tres agujeros» en euskera y es el nombre que los pescadores daban a San Sebastián, ya que desde el mar la ciudad se veía como tres entradas o agujeros: el formado entre el monte Igueldo y la Isla de Santa Clara, el situado entre Santa Clara y el monte Urgull y el situado entre Urgull y el monte Ulía.

Playas

La ciudad consta de tres playas urbanas: Ondarreta, La Concha y la Zurriola, las dos primeras situadas en la Bahía de La Concha y la tercera al otro lado del río Urumea. Las tres están englobadas en un mismo Sistema de Gestión Medioambiental, que trata de garantizar un uso sostenible de las mismas.

La Concha: es una de las playas urbanas más famosas de España. Tiene una longitud de 1350 m y una anchura media de 40 m. Al igual que las otras dos playas, su arena es fina. Consta de 38 duchas, alquiler de toldos y sillas de playa y duchas y vestuarios. Próximo a la playa hay un parking. En la playa se encuentran el balneario de La Perla, la antigua Casa Real de Baños y el Real Club Náutico, edificios que, junto con la famosa barandilla, las elegantes farolas, dos grandes relojes de principios de siglo y el Palacio de Miramar, que la cierra por el oeste, configuran una playa elegante y singular.

Ondarreta: situada entre el Palacio de Miramar y el monte Igueldo, es la más pequeña de las tres playas. De aire algo más informal que La Concha, se trata de una playa de corte menos urbano. En el paseo que la bordea hay unos jardines en los que se puede encontrar una estatua en honor a la reina María Cristina. Tiene una longitud de 600 m.

Zurriola: con una longitud de 800 m es la playa más abierta al mar y con oleaje más fuerte, de forma que se ha convertido en la más frecuentada por los jóvenes y los surfistas. En 1994 se llevó a cabo una remodelación de la playa, hasta entonces prácticamente inutilizable, con la construcción de un espigón que redujo el peligro de las aguas y con la mejora general de la calidad de la arena y del agua. Está permitida la práctica del nudismo en esta playa desde 2004.

Además de estas tres playas, también es utilizable la pequeña playa que se forma en la isla de Santa Clara, a la que se puede acceder en barco en los meses de verano, o a nado, pues se encuentra a escasos 500 m de Ondarreta en marea baja.

Turismo

San Sebastián constituye un importante destino turístico tanto en el ámbito español como en el europeo. Son habituales las referencias periodísticas internacionales a las bondades turísticas de la ciudad. De hecho, y a modo de ejemplo, San Sebastián fue elegida por el periódico inglés The Guardian como «una de las cinco mejores ciudades de veraneo» del mundo, junto con Berlín, Estocolmo, Nueva York y Ámsterdam.

Uno de los principales atractivos turísticos de la ciudad es la gastronomía. También lo son los festivales de verano (Jazz, Quincena Musical y Cine). La Bahía de La Concha, bordeada por su característica barandilla, es el símbolo turístico de San Sebastián. En el centro de la bahía se encuentra la perla de la concha, que es la Isla de Santa Clara.

Junto a la playa de Ondarreta, y siguiendo hasta el final el paseo que bordea la bahía, se llega al Peine del Viento, un conjunto escultórico elaborado por Eduardo Chillida y convertido en otro de los símbolos de la ciudad. Avanzando en sentido oeste por el paseo de La Concha se encuentra el singular Palacio de Miramar, construido en estilo inglés por la Casa Real española en 1893 y vendido al Ayuntamiento en los años setenta. Los jardines del palacio, abiertos al público, ofrecen unas espectaculares vistas a la Bahía, al igual que el Parque de Atracciones del Monte Igueldo, pequeño parque de atracciones de principios del siglo XX desde el que se obtienen unas vistas espléndidas de la bahía. Desde el Peine del Viento hasta Monpás, una salida de tierra al mar bajo el monte Ulía en el extremo oriental de la ciudad, recorriendo la Bahía de la Concha, el pequeño puerto, el Paseo Nuevo, la desembocadura del río y el paseo de la playa de la Zurriola, puede recorrerse un paseo marítimo de unos 7 kilómetros de longitud sin cruzar un sólo semáforo.

Los paseos por el centro de la ciudad, la denominada Área Romántica de la belle époque cuyas calles principales están totalmente peatonalizadas, y junto al río Urumea, son otro de los puntos fuertes de la oferta turística de San Sebastián. Son reseñables los edificios de la Diputación Foral de Guipúzcoa (inspirado en el edificio de la Ópera de París), la catedral del Buen Pastor y los edificios de Correos y el Centro Cultural Koldo Mitxelena, situados en la misma plaza, o el Ayuntamiento (antiguo Casino). En la parte vieja son reseñables el Museo de San Telmo, la Iglesia de Santa María y la parroquia de San Vicente. Junto a la desembocadura del río se encuentran el Teatro Victoria Eugenia y el Hotel María Cristina, que configuran uno de los conjuntos monumentales más atractivos de la ciudad. Cruzando el río por el puente de María Cristina, el más vistoso de los puentes donostiarras, se encuentran la Estación del Norte y las villas de estilo puramente francés situadas al borde del río.

 







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