YALAPA: UN LUGAR CASI DESCONOCIDO




Yelapa es un lugar tranquilo con aguas color esmeralda y un largo tramo de playa dorada que se localiza a sólo 40 minutos de Puerto Vallarta, Jalisco. Yelapa significa "lugar donde se juntan o se encharcan las aguas". El origen del vocablo es purépecha. Ubicado al sur de Bahía de Banderas, Yelapa es también un pueblo de pescadores rodeado por las montañas de la Sierra Madre Occidental y por el Océano Pacífico. Esta maravillosa playa mezcla el estilo de vida de una isla, un lugar de retiro para artistas y un lugar de reunión para ‘hippies’. A esta playa se puede llegar en yate, lancha o caminando pues es un lugar donde no hay coches ni transporte para llegar desde Puerto Vallarta. La playa es muy tranquila para caminar a cualquier hora del día; por las noches es necesario contar con una lámpara para alumbrar el camino que te conduce al único y pequeño hotel, “Lagunita”, que opera con luz eléctrica hasta las 10 p.m., después de esa hora, se usan velas y lámparas. El hotel cuenta con 30 cabañas privadas.
Existe un gran número de restaurantes al aire libre donde puedes disfrutar de la deliciosa comida mexicana o de unos deliciosos pescados frescos. En la noche, no debes perderte una rica cena en los restaurantes ya que su estilo es muy romántico y bohemio, las mesas se alumbran con velas y otras con lámparas pues la playa carece de luz eléctrica. Las instalaciones turísticas en Yelapa consisten de cabañas, palapas y restaurantes rústicos. Yelapa también es perfecta para acampar, caminar, explorar los ríos, perderse en la selva, visitar las cascadas, o pasear en lancha para "descubrir" playas solitarias. Diviértete practicando kayac, esnórquel, salto con planeador, paseos a caballo, caminatas, o simplemente relájate bajo el sol y disfruta de un rico descanso. Yelapa tiene dos ríos, el Tuito y el Yelapa, cuyas pendientes pronunciados permiten aprovechar sus torrentes aguas. La cascada Yelapa, con más de 30 metros de altura, se localiza a casi 15 minutos de caminata desde la costa. Y caminando por un lapso de una hora, por una vereda estrecha en medio de la selva, podrás llegar a otra caída de agua de cuatro metros de altura, que permite bañarse y deleitarse con su frescura. Después, camina y cruza en varias ocasiones el río Tuito y de ahí dirígete a El Salto, una cascada de 10 metros de altura.
















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