MARUATA: UN PARAÍSO DE MICHOACÁN




Esta bahía está compuesta por un conjunto de tres caletas y una playa larga de gran extensión, que desemboca al arroyo de Coire, cuya planicie fluvial alimenta una tupida vegetación palmar. Frente a sus tibias arenas surge, rompiendo el mar, un acantilado de figura caprichosa en varias puntas, entre las que destaca la roca de piedra blanca, que se puede apreciar desde la distancia.
Hacia el norte se encuentra el caserío de Colola con su río y su playa de casi seis kilómetros de longitud, y al oeste tiene algunas lagunas y desemboca en el río Motín del Oro.
Este lugar se caracteriza por la belleza escénica de la Playa. Rodeada de piedra caliza y arena amarilla. Es un destino visitado por turistas amantes de la naturaleza y la conservación, que acuden año con año, a disfrutar de este destino. Se recomienda visitarse en todo el año; cuenta con baños y espacio para acampar. En el poblado se pueden adquirir víveres. Este es un proyecto de parador turístico comunal. En temporada, hay los desoves más importantes de tortuga marina laúd, golfina y negra en esta playa. Cuenta con un Museo de la Tortuga y campamentos de la SEMARNAT, INE y la Naval, para el cuidado y liberación de estas especies de tortuga.
Durante las noches los participantes trabajan con el equipo de conservación, en la colecta y marcaje de los nidos y su traslado al vivero, en la medición y marcaje de las tortugas anidadoras y en la liberación de las crías al mar.
En el día participan con el equipo de investigación, observando y registrando el comportamiento de las tortugas en el mar. También te recomendamos que visites los bellos arrecifes, las playas del lugar y observes de cerca la selva tropical.
Si quieres presenciar cómo se realiza la protección a las tortugas, en los meses de septiembre a diciembre es buena temporada para que veas cómo se lleva acabo el programa de protección a la tortuga.












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